Sevilla monumental
Sevilla monumental: El Real Alcázar de Sevilla, La Catedral y la Torre del Oro

Sevilla impresiona en muchos aspectos de su cultura, de su tiempo o de su gastronomía; aunque, sin lugar a dudas, una de las grandes sorpresas para los visitantes de la ciudad hispalense son los monumentos que se aprecian a lo largo del centro histórico. Entre ellos, a continuación destacamos tres que consideramos de parada obligatoria durante la visita a Sevilla: El Real Alcázar de Sevilla, La Catedral y la Torre del Oro. ¿Te los vas a perder?

Real Alcázar de Sevilla

También conocido como Reales Alcázares, el Alcázar de Sevilla está declarado Patrimonio de la Humanidad desde 1987 junto a La Catedral y al Archivo de Indias y es actualmente el Palacio Real en activo más antiguo de Europa. Este monumento es digno de visita por tratarse no solo de un lugar artístico de una enorme relevancia histórica para la ciudad, sino también porque constituye uno de los conjuntos más bellos y curiosos arquitectónicamente hablando de la ciudad sevillana, entrelazando estilos mudéjares y renacentistas.

Se trata de una fortificación construida sobre un asentamiento romano, que atesora entre sus muros y esquinas una gran cantidad de anécdotas que aún en la actualidad siguen generando un interés real entre los visitantes del monumento. Entre ellas, destacamos la leyenda de que el rey Don Pedro I El Cruel, casado con Blanca de Borbón, citó a su hermanastro Don Fadrique en los Reales Alcázares de Sevilla porque le habían llegado rumores de la infidelidad de su esposa con éste. Cuando llegó al palacio, ambos comenzaron a disputar una pelea que acabó con la muerte de su hermanastro por parte del rey con una daga. Cuenta la leyenda que este acontecimiento tuvo lugar en la conocida “Sala de los Azulejos” y que todavía hoy en día se puede apreciar la mancha de sangre sobre el mármol.

Como curiosidad para los aficionados de la serie Juego de Tronos (HBO), el Real Alcázar de Sevilla ha estado presente en las localizaciones de la quinta y de la sexta temporada como telón de fondo para representar lugares como el Reino de Dorne. También en Sevilla, el elenco grabó escenas de las mencionadas temporadas en Itálica, donde se ambientó Pozo Dragón de Desembarco del Rey o la Fosa de Daznak de Meereen.

La Catedral

La visita a La Catedral durante un viaje a Sevilla es una parada obligada en el camino. Sería una lástima no hacerla ya que se trata de una joya arquitectónica y artística única en el mundo, que alberga entre sus muros siglos de historia sobre la ciudad. Sin duda, La Catedral es un monumento que merece la pena ser visitado. Se trata de La Catedral de estilo gótico más grande del mundo con 116 metros de largo y 76 metros de ancho y la tercera de más tamaño de la cristiandad después de San Pedro del Vaticano y San Pablo de Londres.

Al igual que tantos otros templos presentes en Andalucía, La Catedral se construyó sobre una antigua mezquita musulmana, lo cual explica que el templo tenga una planta rectangular propia de las basílicas y no de las catedrales y cuente con un alminar (La Giralda) y un patio (El Patio de los Naranjos). De hecho, a la hora de transformar la mezquita en la actual iglesia católica, había que dotarla de un campanario, por lo que, se aprovechó el viejo alminar desde el cual el muecín llamaba a la oración a los musulmanes, para construir una torre campanario, que es actualmente La Giralda.

Su origen data del año 1401 y,  como dato curioso, se dice que La Catedral respira porque las bóvedas se dilatan diariamente según los cambios de temperatura y es esta “respiración” la que permite que la rigidez de la piedra no se agriete haciendo que la estructura del edificio sea más segura y duradera.

La Torre del Oro

A orillas del Río Guadalquivir, la Torre del Oro se encuentra en el Paseo Cristobal Colón, un enclave ideal para pasear y descubrir las vistas que hay de la ciudad y su río. Sin duda, es una recomendación en toda regla si se quiere visitar Sevilla y conocer uno de sus monumentos más icónicos. La historia que enmarca la construcción de esta torre albarrana se remonta a 1221 cuando el último gobernador almohade  Abu-l-Ula mandó a construir una torre para defender la ciudad colocando una cadena que atravesaba el río de punta a punta para que los buques atacantes no pudieran entrar para atacar.

El origen del nombre de la Torre del Oro se debe al brillo dorado que se refleja desde sus muros exteriores hasta el Guadalquivir. Literalmente, el origen de dicho oro procede de una mezcla de cal y paja prensada que servía para revestir los azulejos de la torre. Sin embargo, existe una leyenda en torno al nombre de la torre que defiende que el orgen del nombre podría ser por el oro que procedía de América, aunque se tiene constancia de que la mercancía que llegaba de las Indias se guardaba en la Sala del Tesoro de la Casa de Contratación de Sevilla.

En cuanto a su estructura, la Torre del Oro tiene tres cuerpos diferentes, una planta inferior dodecagonal, una intermedia hexagonal y, por último, una planta superior circular y, en la entrada, tiene dos cañones de bronce. Actualmente, es un Museo Naval, donde se pueden visitar maquetas, documentos históricos, grabados, cartas y otros instrumentos de navegación utilizados por nuestros antepasados.

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